sábado, 26 de marzo de 2011

Cumbia caliente que no pasa de moda


La cumbia amazónica es la máxima expresión de la alegría, magia y sensualidad de la selva y sus mujeres. Este género musical nace de la fusión entre la cumbia colombiana, ritmos del Brasil (países limítrofes con el Perú), los sonidos del ande, como el huayno y el rock. Mezcla que da origen a un ritmo popular que sigue vivo, desde su creación en los años 60.

En un principio, las canciones expresaban la alegría por la bonanza económica que en la época significó el hallazgo de petróleo, que prometía sacar del olvido a una zona que por años había sido olvidada por los gobiernos de turno. De esta manera surgieron grupos como Los Mirlos (Moyobamba – San Martín) y Juaneco y su Combo (Pucallpa – Ucayali), quienes con sus timbales, congas, guitarras eléctricas y órganos, le cantaban a la tierra que los vio nacer.

Éxitos como Se ha muerto mi abuelo, El Brujo, La Danza del Petrolero, Muchachita del Oriente, Mujer Hilandera, Eres mentirosa, entre otras canciones que hablan de la mujer selvática, se convirtieron en las favoritas de las fiesta populares, no solo en la selva, sino también en la capital.

Es que en el oriente peruano, las mujeres tienen fama de ser muy sensuales y cariñosas. Comportamiento atribuido a las altas temperaturas de la zona. Debido a esta característica, casi todas las agrupaciones de cumbia, presentan chicas vestidas con prendas diminutas y bailando frenéticamente, en sus presentaciones.

Los 70’s fueron los años dorados de la cumbia amazónica, en la que Los Mirlos y Juaneco y su Combo fueron conocidas como El Poder Verde. Grabaron discos, tocaron en los países limítrofes como Argentina, Ecuador, Colombia, Brasil y Venezuela.

Si bien, la popularidad de este ritmo era creciente en el interior del país, en la capital, Lima, la cumbia era vista por muchos como un género de las clases bajas o inmigrantes que se reunían cada fin de semana para bailar esta música, acompañados de cerveza.

No sería hasta el año 2000, que la cumbia se convirtió en un fenómeno de masas, en todas las clases sociales y surgieron diversas agrupaciones, en especial en el norte y oriente del país. Entre las representantes de la Amazonía destacaron: Euforia, Rossi War y Kaliente, orquesta que sigue cautivando hasta hoy.

Las nuevas propuestas musicales de cumbia amazónica ya no solo se concentraban en el sonido, sino que ofrecían una muestra visual que incluía a más chicas en prendas diminutas y largas botas, bailando al unísono de las melodías. Cuando la “moda” de la cumbia se empezó a apagar, los jóvenes, esos que ni siquiera habían nacido cuando la cumbia amazónica estaba en su mejor momento, empezaron a fusionar las melodías con el rock, el ska, entre otros géneros y así empezó la fiebre retro, que dura hasta hoy.

El trabajo que ha trascendido más, es el que realizó el grupo Bareto, que hasta el 2005 fusionaba reggae con ska, pero que en el 2008 despegó en el ámbito local, por regrabar las canciones de cumbia amazónica de los 70s, con ayuda de Wilindoro Cacique, uno de los integrantes de Juaneco y su Combo.

El éxito de Bareto ha sido tal que ya ha sido imitado por otras agrupaciones, como Barrio Calavera, que interpretan ritmos andinos y amazónicos mezclados con ska, y que fue el “telonero” o “abreconciertos”, en la última presentación de Juaneco, en un local del centro de Lima. La gran acogida que tuvo dicho concierto, por parte de jóvenes que no pasan de los 25 años, demuestra que la cumbia amazónica tiene para rato, pues todavía hace latir fuerte el corazón.

La tragedia de Juaneco y su Combo El 2 de mayo de 1976, cuando retornaban de una presentación por el Día del Trabajo en Chanchamayo (Junín), cinco integrantes se embarcaron en la avioneta que los llevaría de regreso a su ciudad natal, Pucallpa. La aeronave sufrió un desperfecto y se estrelló, matando a todos sus ocupantes.

Los que no abordaron la aeronave fueron Juan Wong Paredes, Wilindoro Cacique, Rosendo Hidalgo, Juvencio Pinchi, quienes se enteraron de la tragedia al día siguiente. A la muerte de la mayoría de sus integrantes, se recompuso el grupo e ingresó la segunda generación de músicos como Fernando Mora Insúa (Pacurro), en la primera guitarra.