sábado, 30 de agosto de 2014

Luna





Luna Amaro 2010 - 2014


Recuerdo cuando llegaste a casa. Estabas tan asustada y te veías tan tierna con esos ojazos negros. Me mirabas triste, tal vez intentando contarme todo por lo que habías pasado antes de que nos encontráramos.

Eras tan pequeñita y ya habías tenido que soportar el abandono. Tenías dos meses de vida cuando te hallaron sola en un parque. El destino quiso que yo te diera cobijo y  a decir de algunos "te salvara", pero la realidad fue al revés, tú llegaste en mi momento más vulnerable, fue tu afecto el que ayudó a sobreponerme de la tristeza.

A los dos meses


Son incontables las anécdotas que vivimos juntas, te tenía presente en todo momento y el saber que me esperabas en casa era suficiente para animarme el día. 

Perdóname si no te pude dar todo el afecto y atención que requerías. Gracias a Dios, mi familia te amaba mucho y pudo suplir mis ausencias, las cuales con el nacimiento de mi pequeño Matías aumentaron. Pese a todo, tú nunca reclamaste y siempre estabas dispuesta a darme afecto.



Hoy que ya no estás siento una tristeza profunda al saber que mi hijo no podrá jugar contigo como era mi sueño. Que se convirtieran en mejores amigos. Sin embargo, sé que desde donde estés, serás nuestra guardiana.

Me harás falta a mí, a mi familia y a todo el vecindario, a quienes habías conquistado con tu alegría y cariño. Voy a extrañar esa patita levantada al final de la escalera dándome la bienvenida, tu afán por estar siempre presente cuando llegaban las visitas y tu emoción alocada al reconocerme en la calle a lo lejos.

Adiós, mi dulce hijita. Gracias por haber compartido cuatro años de tu vida conmigo. Vivirás siempre en mi memoria y mi corazón.




martes, 19 de agosto de 2014

Piura y sus cadáveres arquitectónicos

Calle Libertad (Centro histórico de Piura)

Piura es una ciudad que respira tranquilidad, su gente es amable y su gastronomía inmejorable, sin embargo, caminar por su centro histórico te deja una sensación de amargura y desazón. La razón principal es la desidia que existe frente a las casonas de principios del siglo XX que lucen abandonadas y destruidas, como pacientes graves y mudos que mueren a vista y paciencia de todos.




Pero ¿por qué se descuidó tanto el pasado arquitectónico de  la ciudad que podría haber sido una de las capitales del norte peruano con un centro histórico valioso para el turismo y el orgullo de sus habitantes? La razón la da el exdirector del Instituto Nacional de Cultura (INC), Luis Chaparro: la codicia e ignorancia de los propietarios de los predios, que llegaron incluso a inundarlos para provocar su deterioro y conseguir la orden de demolición y así dar paso a construcciones impersonales. Vea la entrevista completa.

A esto se suma la desidia de las autoridades ediles que han gobernado Piura, quienes prefieren hacerse de la vista gorda, mientras la ciudad pierde joyas arquitectónicas. 


Ruinas de lo que fue una casona republicana. A una cuadra de la Plaza de Armas.


La actual alcaldesa, Rubí Rodríguez, ha emprendido la campaña de demoler las casonas en riesgo de colapsar y su medida es lógica, pero lo irrisorio surge cuando ella misma redacta el prólogo de una "Guía Turística y Cultural de Piura" en el que dice:

"Al ser San Miguel de Piura, la primera ciudad española en esta parte del continente, mantenemos un hermoso centro histórico con una imponente Catedral, nuestro Arzobispado, casonas del centro de la ciudad y nuestros parques e iglesias aún mantienen su influencia española".

"Casonas del centro de la ciudad"... Esta señora habla de algo que casi ya no existe en Piura y así lo deja ver el mismo autor de esa guía, que el último domingo 17 fue presentada y regalada a los asistentes de la Feria del Libro de Piura. Paolo Pastori, la contradice en una de sus páginas:

"La capital regional no cuenta con atractivos importantes como los hay en otras grandes ciudades del Perú, como por ejemplo Trujillo o Arequipa. La arquitectura tradicional es escasa, la mayoría de las antiguas casonas han desaparecido o quedan en estado ruinoso, ante la indiferencia de vecinos y autoridades".





Es una realidad evidente y está por todos lados cuando se camina un poco por las calles piuranas. Lamentable que una ciudad tan importante se encuentre en esas condiciones. En manos de sus habitantes está aprender a valorar su pasado y elegir a autoridades responsables, capaces de llevar a la ciudad a la modernidad, sin perder su identidad. Un reto que al parecer le queda grande a muchos.