martes, 19 de agosto de 2014

Piura y sus cadáveres arquitectónicos

Calle Libertad (Centro histórico de Piura)

Piura es una ciudad que respira tranquilidad, su gente es amable y su gastronomía inmejorable, sin embargo, caminar por su centro histórico te deja una sensación de amargura y desazón. La razón principal es la desidia que existe frente a las casonas de principios del siglo XX que lucen abandonadas y destruidas, como pacientes graves y mudos que mueren a vista y paciencia de todos.




Pero ¿por qué se descuidó tanto el pasado arquitectónico de  la ciudad que podría haber sido una de las capitales del norte peruano con un centro histórico valioso para el turismo y el orgullo de sus habitantes? La razón la da el exdirector del Instituto Nacional de Cultura (INC), Luis Chaparro: la codicia e ignorancia de los propietarios de los predios, que llegaron incluso a inundarlos para provocar su deterioro y conseguir la orden de demolición y así dar paso a construcciones impersonales. Vea la entrevista completa.

A esto se suma la desidia de las autoridades ediles que han gobernado Piura, quienes prefieren hacerse de la vista gorda, mientras la ciudad pierde joyas arquitectónicas. 


Ruinas de lo que fue una casona republicana. A una cuadra de la Plaza de Armas.


La actual alcaldesa, Rubí Rodríguez, ha emprendido la campaña de demoler las casonas en riesgo de colapsar y su medida es lógica, pero lo irrisorio surge cuando ella misma redacta el prólogo de una "Guía Turística y Cultural de Piura" en el que dice:

"Al ser San Miguel de Piura, la primera ciudad española en esta parte del continente, mantenemos un hermoso centro histórico con una imponente Catedral, nuestro Arzobispado, casonas del centro de la ciudad y nuestros parques e iglesias aún mantienen su influencia española".

"Casonas del centro de la ciudad"... Esta señora habla de algo que casi ya no existe en Piura y así lo deja ver el mismo autor de esa guía, que el último domingo 17 fue presentada y regalada a los asistentes de la Feria del Libro de Piura. Paolo Pastori, la contradice en una de sus páginas:

"La capital regional no cuenta con atractivos importantes como los hay en otras grandes ciudades del Perú, como por ejemplo Trujillo o Arequipa. La arquitectura tradicional es escasa, la mayoría de las antiguas casonas han desaparecido o quedan en estado ruinoso, ante la indiferencia de vecinos y autoridades".





Es una realidad evidente y está por todos lados cuando se camina un poco por las calles piuranas. Lamentable que una ciudad tan importante se encuentre en esas condiciones. En manos de sus habitantes está aprender a valorar su pasado y elegir a autoridades responsables, capaces de llevar a la ciudad a la modernidad, sin perder su identidad. Un reto que al parecer le queda grande a muchos.


2 comentarios:

  1. Es una pena ver mi ciudad matar perder sus raíces

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  2. Quise decir.... Es una pena ver mi ciudad natal perder sus raíces...

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